Ya sabéis que me encantan los cuentos y que uno de los ratos de los que mis niños y yo más disfrutamos es el momento en que nos sentamos en la asamblea y empezamos a contar el cuento. A veces en castellano, a veces en inglés, nos proporciona un momento que procuro repetir varias veces en semana.
Uno de los objetivos que debemos trabajar desde todas las áreas de Primaria es "Fomentar la lectura", pero personalmente pienso, que la única forma de conseguir que los niños se apasionen por la lectura es leyendo y escuchando cuentos, historias, poesías, obras de teatro, etc. que les hagan volar a otros lugares, conocer otras realidades, o aprender más sobre algo en lo que están interesados.
Hay una viñeta que lleva un tiempo circulando por la red que explica perfectamente a lo que me refiero:
A pesar de este inicio, en la entrada de hoy no quiero hablaros de ningún cuento, ni de historias, ni de libros, ni de fomentar la lectura. Hoy quiero enseñaros un pequeño cajón que he creado para que los niños vean algunos de los cuentos destacados de la semana.
En mi caso, después de contarles los cuentos siempre me piden que se los deje para que puedan leerlos ellos, jugar a las profes y así contárselos a las muñecas, volver a ver la historia, poder fijarse en las ilustraciones para hacer un dibujo, etc. Hasta ahora, yo tengo los libros en mi mesa y cuando terminan pueden venir y pedírmelos, pero esto es un poco incoherente, cuando lo que queremos es ayudar a formar personas autónomas ¿no?
Por eso he preparado este pequeño cajón, en el que al terminar las lecturas, dejaré, al menos durante una semana, los cuentos que hemos leído. Mi pequeño cajón está en un sitio destacado de mi biblioteca y a él pueden acceder muy fácilmente, al igual que al resto de los libros de clase.
Llega el momento de enseñaros como es.
Para hacerlo compré en un bazar un pequeño cajón (yo quería algo pequeño que pudieran transportar ellos y en el que cupieran solo unos pocos cuentos para que así quedaran más fáciles de manejar) aunque podríamos reciclar una caja de fruta o decorar una caja de zapatos si lo preferimos.
Imagen: Isabel Farias
El siguiente paso es decorarla a vuestro gusto, si no os gusta el color pino podéis pintarla a juego o con un color vibrante que les llame la atención. En mi caso, yo la dejé en un color neutro porque lo que pretendía resaltar no es la caja en sí, sino el valor que contiene.
Y por último, añadí esa frase tan sutil que todos relacionamos en los cuentos:
ERASE UNA VEZ...
Imagen: Isabel Farias
¿Os ha gustado?
Imagen: Isabel Farias
Como siempre, espero vuestras ideas, sugerencias y comentarios; y si os decidís a hacerla... vuestras fotos también.
¡Qué superbuena idea! Es como un cajón de esos que ponen en las bibliotecas infantiles.
ResponderEliminarYo llevo detrás de una maleta tipo antiguo mucho tiempo. Me encantaría hacer una "maleta viajera" de cuentos, pero no hay manera de dar con una que sea bonita y retro.
Ya nos contarás qué tal la reciben :D
Una «maleta viajera» ¡qué idea más chula! Me encantaría ver el resultado si finalmente la consigues. Mis pequeños están encantados con el cajón de los cuentos ya que pueden ir y coger el cuento que quieren y luego sentarse en la alfombra a leer o «a jugar a los profes», como dicen ellos, y contarse cuentos unos a otros. :)
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